SEIS NORMAS DE ORO PARA PREPARAR LA VIANDA PARA EL TRABAJO

Llevarse la comida a la oficina es algo muy común, pero no todos lo hacemos de forma adecuada. Tips para que cuides al máximo el almuerzo laboral.
A esto hay que sumarle que a veces se complica comer sano en la oficina: te comparten tentadoras golosinas, no siempre vas a almorzar en el mismo horario y picás cualquier cosa entre horas. Además, la ansiedad laboral te da hambre. De ahí la importancia de elegir lo mejor posible lo que vayas a consumir.

El almuerzo es una de las comidas principales del día, es decir, que lo que te llevás a la oficina tiene la misma importancia que el desayuno, la merienda o la cena. Por ende, hay que prestarle la misma atención y dedicación.

Para ello, lo mejor que podés hacer es seguir estas ocho reglas de oro a la hora de preparar, transportar y comer tu almuerzo en el trabajo:

1. Para cada almuerzo elegí los tres grupos básicos de alimentos: proteinas, verduras e hidratos de carbono. Para el postre es preferible elegir entre frutas o lácteos desnatados. Un truco para hacer el plato más apetecible es usar productos de colores diferentes.

2. En el caso de que haya comidas diferentes, poné a cada una en un recipiente distinto. Recordá que los sabores y los olores se mezclan y modifica el gusto final del plato.

3. Llevá las salsas y aderezos separados y agregalos al plato al momento en el que vayas a almorzar.

4. Si querés sumarle sal a algún plato, hacelo después de haber calentado la comida al microondas porque sino los alimentos pueden secarse. Recordá que la cantidad diaria máxima recomendada de este mineral son 2 gramos.

5. Si elegiste llevar carne o pescado, rociá el plato con aceite de oliva o limón para que quede más jugoso.

6. No comas en tu mesa de trabajo. Por un lado, vas a apurarte porque es un lugar que tu mente relaciona con el trabajo y hacer otra actividad genera ansiedad. Por el otro, es necesario desconectar y descansar en la jornada laboral, por lo que es aconsejable un cambio de escenario para cuidar no solamente tu estómago, sino tu salud mental.

fuente: Conbientestar