HONGOS EN LOS PIES: TODOS LOS TRUCOS PARA EVITAR QUE APAREZCAN

Una buena alimentación y prevención en la pileta son claves. Pero, ¿cómo identificamos este problema en nuestra piel?

Los hongos corporales tienen la capacidad para esparcirse por toda la piel, pero sólo se convierten en un problema cuando entran en contacto con alguna herida y producen infecciones, explica el dermatólogo Philipp Babilas.

Uno de los casos más comunes se da en los pies, y es mucho más que un problema estético. Sobre todo porque, si no tratamos la infección, puede complicarse. «Los hongos de los pies pueden subir hacia el talón, la pantorrilla o incluso el glúteo«, advierte Babilas a la agencia DPA. Con sólo afectar las uñas, las vuelve quebradizas. Por eso la regla fundamental es: «Cuanto antes se haga algo contra este tipo de hongos, mejor».

¿Cómo lo reconocemos?

El primer síntoma es que la piel entre los dedos de los pies se vuelve blanda y algo hinchada, explica la podóloga Tatjana Pfersich. Otro indicio pueden ser las callosidades con escamas en la zona del talón o cierto sarpullido rojo en toda la suela del pie.

En la farmacia se pueden conseguir ciertas pomadas y geles, pero lo recomendable es consultar primero a un especialista que va a indicar el antimicótico, por caso, perfecto para cada situación. Los productos se aplican una o dos veces al día sobre toda la superficie afectada. Lo que no deben hacer los pacientes bajo ningún concepto es interrumpir el tratamiento. «Aunque los síntomas desaparezcan muy rápido, hay que darle continuidad al tratamiento durante al menos dos semanas», pide Pfersich.

Los cuidados: especialmente en las piletas o piscinas

Una vez curados los pies, hay que armarse de paciencia para que no vuelva a suceder. El primer cuidado hay que tenerlo en los sitios en los que circula mucha gente descalza, algo muy habitual en spas, saunas, piscinas o incluso en las habitaciones de los hoteles. Si uno tiene que estar en ese tipo de espacios, más vale llevar pantuflas u ojotas.

También es muy importante mantener secos los pies y el espacio entre los dedos. Cuando uno salga de la ducha o la piscina, debe tomarse el tiempo de secar esas zonas. Otro buen consejo es que el calzado sea cómodo y que esté hecho de algún material que permita que la piel respire, de modo que no se acumule ningún tipo de humedad.

Tampoco está de más hacerse baños con agua caliente y luego fría, porque eso activa la circulación de los pies y los mantiene tibios, «lo que evita que se generen quiebres en la piel que promuevan la aparición de hongos e infecciones», apunta Babilas.

Y para concluir: llevar una vida sana, ingerir alimentos ricos en vitaminas, moverse y dormir lo suficiente refuerzan el sistema inmunológico. Eso también ayuda a evitar los hongos en los pies.

Fuente: Conbienestar