Recomendaciones de la FAO para una dieta saludable antes, durante y después de la COVID-19

FAO: Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. Llevar una dieta saludable desempeña una función importante en nuestra salud general y nuestro sistema inmunitario. Los alimentos que consumimos afectan directamente a cómo nos sentimos y al funcionamiento de nuestro organismo. Esto es así tanto durante una enfermedad como antes o después de ella.
n el mundo, las dietas varían ampliamente en función del acceso, los ingresos, los hábitos y la cultura. Sin embargo, existen verdades comunes sobre cómo mantener una dieta saludable independientemente de dónde vivamos.

A continuación, se indican seis hábitos alimenticios saludables y recursos de la FAO para usar como guía y mantener a lo largo del tiempo:

 Combinar alimentos. Consuma alimentos variados de cada grupo y de todos los grupos de alimentos a fin de asegurarse una ingesta suficiente de nutrientes importantes.

Consumir frutas y verduras en abundancia. Proporcionan gran cantidad de vitaminas y minerales, así como la fibra necesaria para una dieta saludable. Las frutas y verduras congeladas o enlatadas mínimamente elaboradas son una opción adecuada para limitar sus viajes al mercado o supermercado. No obstante, asegúrese de prestar atención a los ingredientes. En el proceso de enlatado y elaboración de estos productos, a veces se añade azúcar, sal o conservantes. De hecho, 2021 es el Año Internacional de las Frutas y Verduras.  Puede consultar estos libros de cocina de la FAO para aprender cómo prepararlas.

Añadir legumbres, cereales integrales y frutos secos a su dieta. Las legumbres, los cereales integrales, los frutos secos y las grasas saludables como las que contienen los aceites de oliva, sésamo, maní  u otros aceites insaturados pueden reforzar su sistema inmunitario y ayudar a reducir la inflamación. Las legumbres en particular son ecológicamente inocuas y, en general, una fuente asequible de proteínas. Los garbanzos, lentejas y otras legumbres tienen un alto contenido de vitaminas y minerales que, cuando forman parte de una dieta saludable general, pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades como la diabetes y las cardiopatías coronarias.

Limitar las grasas, el azúcar y la sal. En momentos de estrés elevado, muchas personas consumen alimentos que les producen una sensación de bienestar y/o alimentos  precocidos. Lamentablemente, estos suelen tener un elevado contenido de grasas, azúcar, sal y calorías, lo cual, como parte de una dieta desequilibrada, puede afectar con el tiempo a su salud general. Una buena costumbre es consultar las etiquetas de todos los alimentos que consuma para obtener información sobre sus ingredientes y valor nutricional. La función de las etiquetas de los alimentos es ayudarle a limitar la cantidad de determinados ingredientes o incrementar los niveles de los que son beneficiosos.

Llevar a cabo una buena higiene de los alimentos. La higiene en todas sus formas resulta especialmente importante en estos tiempos de pandemia. Sin embargo, cabe recordar que la COVID-19 es una enfermedad causada por un virus respiratorio. No es una enfermedad transmitida por los alimentos. Aun así, realizar una buena higiene e inocuidad de los alimentos siempre es importante. Recuerde estos cinco consejos: 1) asegúrese de que sus manos, los elementos de cocina y las superficies donde cocine estén limpios; 2) separe los alimentos crudos de los cocinados; 3) cocine los alimentos completamente; 4) mantenga los alimentos a temperaturas seguras, y 5) utilice agua potable.

Mantenerse físicamente activo y beber abundante agua. Hacer ejercicio resulta importante tanto para su salud física como mental. La obesidad y el sobrepeso han aumentado significativamente en los últimos años especialmente durante el tiempo de aislamiento debido a las restricciones de la COVID-19, es importante encontrar otras formas de mantenerse activo. Debería realizar al menos entre 30 y 60 minutos de ejercicio diario, en función de su edad y estilo de vida.

La pandemia de la COVID-19 ha alterado la vida cotidiana de las personas en todo el mundo, causando a muchas de ellas gran estrés, enfermedad y dolor. En medio de estas dificultades y cambios, lo más importante es mantener un estilo de vida saludable. En primer lugar, todos debemos cumplir las normas nacionales y seguir las orientaciones de la Organización Mundial de la Salud para protegernos a nosotros mismos y a los demás frente a la infección y la transmisión de la COVID-19. Incluso con la introducción de una vacuna, estas normas siguen siendo fundamentales para ayudar a poner fin a la pandemia. No obstante, algo que resulta igualmente importante es que debemos cuidarnos, y llevar una dieta saludable es una excelente forma de hacerlo.

Fuente FAO : http://www.fao.org/fao-stories/article/es/c/1393032/
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