LO QUE TU PIEL, TU PELO Y TUS UÑAS TE DICEN DE TU ESTADO DE SALUD
Más de mil enfermedades pueden detectarse con solo observar nuestro cuerpo.
El prurito o picazón, el síntoma más frecuente de las enfermedades de la piel.
Una de las tareas más apasionante de la dermatología es estudiar las manifestaciones cutáneas y en faneras (pelo y uñas) de las enfermedades del cuerpo en general. El dermatólogo mediante una adecuada evaluación del paciente con un examen físico completo y un buen interrogatorio determinará qué estudios solicitar para arribar al diagnóstico. Una vez realizado se indicará el tratamiento adecuado para la piel y para la enfermedad que la provocó.
El prurito o picazón, el síntoma más frecuente de las enfermedades de la piel, en ciertos cuadros aparece como de origen cutáneo propiamente dicho: la xerosis, el eccema, la dermatitis atópica, la urticaria, la psoriasis, infecciones cutáneas frecuentes como las micosis, pediculosis y escabiosis (sarna), las enfermedades ampollares, el linfoma cutáneo, enfermedades psiquiátricas. Pero hay muchas otras ocasiones en que la necesidad de rascarse aparece en forma secundaria a otras enfermedades: patologías de la tiroides o paratiroides, enfermedades hematológicas como la anemia, enfermedad hematológica maligna, insuficiencia renal crónica, alteraciones hepáticas como la colestasis (sumamente peligrosa en el embarazo), y las hepatitis virales, el HIV, ciertos linfomas, trastornos neuropsiquiatricos, efectos adversos a algún fármaco.
El primer paso entonces cuando un paciente tiene prurito es acudir al dermatólogo quien evaluará si se trata de una enfermedad que afecta solo la piel y dará las indicaciones adecuadas, o determinará si es necesario solicitar estudios adicionales para descartar otros factores que lo estén provocando, la cual también tendrá que ser tratada por los especialistas que correspondan.
Un cambio en la coloración de la piel nos puede alertar de ciertos canceres de piel como el melanoma. El pelo, principalmente su caída (alopecia) también suele tener causas de origen sistémico (funcionamiento del organismo). La más frecuente es la alopecia androgénica, familiar o hereditaria, que se ve tanto en hombres como mujeres. Se cree que en el mundo hay más de 200 millones de varones y mujeres con predisposición genética que desarrollarán alopecia androgénica.
Otro tipo de perdida de pelo llamada efluvio, de causa no genética, se presenta de 2 a 4 meses luego de haber actuado el factor que la desencadenó. Esta alopecia es reversible una vez que se encuentra la causa y se trata. Estos factores pueden ser hormonales como el posparto, la enfermedad tiroidea o por déficit nutricionales como anemia muchas veces por dietas no saludables, ciertos fármacos como los anticonceptivos y los retinoides, estrés físico o psíquico provocado por alguna cirugía, infecciones o fiebre alta. También puede ser causada por una enfermedad de transmisión sexual: la sífilis.
Si miramos las uñas también podemos hallar información cuando hay cambios en su forma, superficie o color.Los hongos (micosis) son la causa más común pero un cambio de color también puede alertar de la presencia de enfermedad maligna como un melanoma ungueal. Si se ven hoyuelos irregulares en la superficie puede alertar sobre una psoriasis o un eccema entre otras.
Es muchísimo lo que la piel puede decirnos de cómo es el estado general de salud del paciente. Debemos estar alertas a los signos y síntomas que nos brindan, realizar un diagnostico precoz e instaurar el tratamiento adecuado a tiempo.
(*) La doctora Cecilia Lamas (MN: 123554) es médica especialista en dermatología, graduada de la Universidad de Buenos Aires. Se formó en el Hospital Gral de Agudos Dr. Cosme Argerich de Buenos Aires.Es Miembro Titular de la Sociedad Argentina de Dermatología, Miembro Titular y fundador de SOLAPSO, y Miembro de la International Dermoscopy Society.